Ya lo has escuchado antes: los perros no pueden decirnos cuando algo anda mal. Confía en tus instintos como dueño de un peludo: si notas que algo es diferente con tu perro, presta mucha atención; podría ser un signo de una afección médica grave.


Aquí hay cinco señales que nunca debes ignorar...


1. Jadeo intenso.


Es normal que los perros jadeen, especialmente después de perseguir juguetes, correr por la casa o después de pasar tiempo al aire libre en un día cálido. Lo que no es normal es un jadeo intenso. ¿Cual es la diferencia? Los jadeos intensos generalmente significan una respiración más profunda y laboriosa y pueden durar más que los jadeos normales asociados con la excitación, el tiempo de juego o el enfriamiento.

Un jadeo intenso podría significar que tu perro tiene dolor, puede estar sufriendo un golpe de calor, intoxicación, insuficiencia cardíaca, enfermedad de Cushing, neumonía o tumores pulmonares.


2. Babeo.


Aquellos de ustedes con perros como boxers, sabuesos, mastines o San Bernardo saben que la baba es algo regular. Sin embargo, el babeo excesivo puede ser una señal de que algo anda mal. El babeo repentino y excesivo puede indicar un golpe de calor, problemas dentales como periodontitis o un absceso dental, o tu perro ha mordido algo que le ha irritado o quemado la boca, ha comido una planta tóxica o sufre un problema neurológico.


3. Consumo excesivo de agua.


Probablemente hayas visto a tu perro sorber agua, tal vez incluso recostarse y sentarse a horcajadas en el cuenco de agua después del tiempo de juego, especialmente si está al aire libre en un día cálido. Ver a tu perro regresar una y otra vez al cuenco de agua durante un período corto de tiempo no es normal. Beber demasiada agua puede ser un signo de insuficiencia renal, diabetes mellitus, enfermedad de Cushing, piometra en las perras sin esterilizar o, con menos frecuencia, polidipsia psicógena, cuando está relacionado con un problema de comportamiento que no se debe a una enfermedad.


Algunos medicamentos pueden causar un aumento en el consumo de agua y el jadeo excesivo también puede llevar a beber en exceso.


4. Cambio de comportamiento.


¿Has notado que tu perro está actuando de manera diferente últimamente? Un cambio en su comportamiento, como agresión no provocada, mal humor, temperamento errático, hiperactividad, miedo, ansiedad, sumisión, aparición repentina de convulsiones o inactividad: ya no juega con sus juguetes, elige estar solo en otra habitación, no puede sentirse cómodo acostado, incluso la falta de apetito puede ser un fuerte indicador de que algo anda mal.


El dolor y la incomodidad son las razones más comunes para un cambio en el comportamiento de tu perro. Los cambios de comportamiento pueden estar relacionados con la disfunción tiroidea y otras afecciones médicas como pancreatitis, cáncer, artritis, parásitos, alergias cutáneas, enfermedades cardíacas o una lesión.


5. Cambio de olor.


Recuerda: los perros sanos no apestan. Si tu perro ha comenzado a oler diferente (mal aliento, oídos y piel malolientes, gas con olor nocivo), podría haber un problema.


El mal aliento puede ser un signo seguro de enfermedad dental, melanoma oral y diabetes o insuficiencia renal. Las orejas con olor a almizcle suelen ser un signo de una infección de oído.


La piel maloliente, acompañada a veces de picazón, descamación o lesiones cutáneas, puede ser un indicador de alergias, seborrea o infecciones bacterianas o por hongos.


Si bien es posible que estés acostumbrado a que su mascota produzca gases malolientes con regularidad, un cambio en la intensidad del olor puede ser un signo de enfermedades gastrointestinales. Si tu perro muestra alguno de estos signos, no esperes: llévalo cuanto antes al veterinario para un examen.